No hubo épica: River, eliminado de la Copa Libertadores

River no pudo revertir la dura derrota de 3-0 que había sufrido en Brasil y quedó fuera de la CONMEBOL Libertadores 2024. A pesar de un arranque ofensivo, el equipo no logró marcar y se despidió de la competencia.

Desde el inicio, el conjunto dirigido por Marcelo Gallardo buscó la manera de dar vuelta la serie, dominando el juego, pero sin lograr concretar.

Pablo Solari tuvo la oportunidad más cercana al gol, aunque su intento se fue por encima del travesaño cuando estaba a centímetros de empujarla. El primer gran susto llegó para River a los 36 minutos, cuando Matías Kranevitter perdió la pelota en la defensa.

Franco Armani, de gran actuación, intervino y evitó lo que pudo haber sido el gol de Deyverson, que amenazaba con sentenciar el encuentro. Aunque River mantuvo el 0-0 al final del primer tiempo, la impotencia se hacía evidente tras un fuerte inicio.

En la segunda mitad, Gustavo Scarpa estuvo cerca de aumentar la ventaja para Mineiro, pero su disparo se estrelló en el travesaño. Armani continuó demostrando su calidad al desviar un remate del brasileño Deyverson.

La oportunidad más clara para el equipo local llegó a los 60 minutos, justo cuando Echeverri, Mastantuono y Villagra reforzaron el ataque. El Diablito, tras una jugada de Miguel Borja, tuvo un mano a mano que fue salvado por el arquero Éverson, quien se consagró como la figura del partido.

A pesar de los esfuerzos y de contar con jugadores como Pity Martínez y Adam Bareiro, el Millonario no logró romper la resistencia defensiva del equipo visitante. La noche culminó en un silencio por parte de los hinchas, al ver cómo su sueño de avanzar en la Libertadores se esfumaba ante un sólido Atlético Mineiro, que avanza hacia su segunda final en la historia del torneo.

River no estuvo a la altura de su hinchada

La sensación final de los hinchas es que los jugadores no estuvieron a la altura de la serie. Pese al banderazo multitudinario del día anterior en el club y al recibimiento histórico que prepararon para el partido -y que ahora traerá sus consecuentes sanciones-, el equipo no demostró el carácter que en el pasado con tanto orgullo hizo inflar el pecho a los Millonarios. 

Este River no tiene gol, no genera peligro, no se contagia del fervor que baja de las tribunas. La sensación, esta vez, es que el hincha se felicitó a sí mismo, por darlo todo. No así con aquellos que se encontraban dentro del campo de juego, que dejaron una gran deuda con todos aquellos que tienen una banda roja que les cruza el alma.