Cómo evitar la deshidratación en perros cuando hay altas temperaturas

Cuidar de una mascota va más allá de brindarle cariño; implica también asegurar su bienestar en aspectos fundamentales como la hidratación, sobre todo en épocas de calor. Durante el verano, los perros pueden ser vulnerables a sufrir un golpe de calor si no reciben el agua necesaria. Los veterinarios destacan la importancia de cumplir con este aspecto para preservar su salud.

Los signos de deshidratación o riesgo de golpe de calor puede identificarlos el dueño de la mascota al observar ciertos comportamientos.

Por ejemplo, es fundamental prestar atención a las encías: si estas se ven pálidas y secas, es un indicativo claro de que el perro podría estar deshidratado. También se pueden notar ojos hundidos, orina de color amarillo y olor fuerte, así como una piel menos elástica al tacto. La frecuencia e intensidad de las pulsaciones también puede aumentar.

Asimismo, es fundamental observar el comportamiento de tu perro. Si muestra letargo, jadeo excesivo o busca sombra constantemente, es una señal de que necesita atención inmediata. Recordá que los perros de razas braquicéfalas, como los bulldogs, son más susceptibles al calor, por lo que requieren cuidados adicionales.

Además, es aconsejable evitar paseos en las horas más calurosas del día, optando por la mañana o al atardecer. Los dueños deben estar atentos a la temperatura del suelo, ya que el asfalto caliente puede quemar las patas de los perros. Con estos cuidados, garantizarás un verano seguro y placentero para tu fiel compañero.

Actuar rápidamente al reconocer estos síntomas puede marcar la diferencia en el bienestar del animal. Con un 60% del peso corporal de un perro constituido por agua, es vital asegurar una adecuada hidratación para su salud general.

Cómo mantener hidratados a nuestros perros

Para evitar que falte agua en el organismo de las mascotas, se recomienda distribuir recipientes de agua por todo el hogar y mantenerlos siempre limpios y frescos.

En lugar de helados, ofrecer cubos de hielo en su agua puede ser una excelente alternativa, siempre que no se le brinden directamente. Además, incluir pollo en su dieta estimulará el consumo de agua. Por último, es recomendable mojar ciertas áreas del cuerpo del perro, como el tronco, las orejas y las patas, para ayudar a refrescarlo, evitando mojarle la cabeza en días de mucho calor.