Ikigai: el secreto japonés para emprender con motivación y crear un negocio con sentido
¿Sentís que te falta motivación en tu emprendimiento? ¿Te gustaría encontrar un propósito que te encienda cada mañana? El Ikigai, un concepto japonés milenario, puede ser la brújula que estabas buscando.
Por redacción
Si estás empezando un proyecto o replanteando el rumbo de tu marca, dedicar un tiempo a explorar tu Ikigai puede marcar la diferencia. En esta nota te explicamos qué es el Ikigai, cómo aplicarlo si sos emprendedor o freelance, y qué beneficios puede traerte tanto en lo personal como en tu negocio.
¿Qué significa Ikigai?
La palabra Ikigai (生き甲斐) se traduce como “la razón de ser” o “lo que le da sentido a tu vida”. Es un concepto que proviene de Okinawa, una de las regiones con mayor longevidad del mundo, y combina cuatro dimensiones clave:
- Lo que amás
- Lo que sabés hacer bien
- Por lo que te pueden pagar
- Lo que el mundo necesita
Cuando encontrás el punto en el que estos cuatro círculos se cruzan, estás frente a tu Ikigai.
¿Por qué es útil el Ikigai para emprendedores?
Emprender es una montaña rusa emocional. Hay días de motivación total y otros donde todo parece cuesta arriba. Ahí es donde el Ikigai cobra sentido: te da una guía para alinear tu pasión con tu negocio, y no perder el rumbo en el camino.
Aplicar el Ikigai te ayuda a:
- Tomar decisiones con más claridad.
- Encontrar un propósito más allá de lo económico.
- Crear un negocio con impacto real.
- Mantener la motivación a largo plazo.
¿Cómo aplicar el Ikigai en tu emprendimiento?
1. Hacé una pausa y respondé con honestidad:
Armá un esquema o mapa mental con estas cuatro preguntas:
¿Qué me apasiona?
¿En qué soy realmente bueno/a?
¿Por qué cosas me pagarían?
¿Qué necesidades del mundo me conmueven o quiero resolver?
2. Identificá intersecciones
El Ikigai se construye en la intersección. No es necesario que todo esté perfecto ya, pero buscá puntos donde tus respuestas se crucen.
3. Convertí tu Ikigai en propuesta de valor
Transformá esa zona de cruce en una idea de negocio. Por ejemplo, si amás comunicar, sabés de nutrición y te interesa mejorar la salud pública, podrías crear contenido o servicios educativos para ayudar a otros a comer mejor.
4. Probá, fallá y ajustá
El Ikigai no es estático. Evoluciona con vos. Probá caminos, ajustá el rumbo y seguí observando si tu emprendimiento sigue alineado con tu propósito.
Ejemplo: cómo aplicar el Ikigai si sos freelance o creador de contenido
Imaginemos que:
Te encanta contar historias.
Tenés habilidades en edición de video.
Te pagan por generar reels o contenido para marcas.
Creés que las empresas necesitan comunicar mejor sus valores.
Tu Ikigai podría estar en ayudar a marcas con propósito a conectar con su audiencia a través de videos con storytelling auténtico.
Beneficios de emprender con Ikigai
✅ Más enfoque: te ayuda a decirle no a lo que no suma.
✅ Más motivación interna: sabés por qué hacés lo que hacés.
✅ Mayor conexión con tu audiencia: lo que hacés tiene un "por qué" real.
✅ Sostenibilidad emocional: no te agotás haciendo algo que amás y aporta.
