El Gobierno oficializó la privatización parcial de Nucleoeléctrica Argentina
Con un 51% estatal, el 44% de las acciones se licitará y un 5% será para los trabajadores, según el decreto firmado por Milei y Caputo.
El Poder Ejecutivo formalizó este martes, a través del Boletín Oficial, la autorización para iniciar el proceso de privatización parcial de Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA), una medida que había sido adelantada por el vocero presidencial Manuel Adorni hace dos semanas. El decreto 695/2025, firmado por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo, establece que el 5% del capital accionario de NASA será otorgado a los trabajadores mediante un programa de propiedad participada, mientras que el 44% de las acciones se licitará públicamente a nivel nacional e internacional. El 51% restante permanecerá en manos del Estado, bajo la Secretaría de Energía.
El Gobierno aclaró que “en la modalidad y el procedimiento referidos no se prevé el otorgamiento de otra preferencia que no sea la implementación del programa de propiedad participada”. Además, autorizó la intervención de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas para llevar adelante el proceso.
En el texto oficial se justifica la privatización parcial con el argumento de que “la intervención estatal a través del desarrollo de actividades que pueden ser efectuadas por el sector privado no ha dado los resultados esperados y ha sido incapaz de brindar una solución eficiente y rentable para el Estado”. Se destacó también que desde el inicio de la gestión, el Gobierno ha impulsado una política de reducción del déficit fiscal y del sobredimensionamiento estatal, con el objetivo de mantener el equilibrio de las cuentas públicas. Por ello, se considera que la incorporación de inversores privados es esencial para asegurar la continuidad eficiente y competitiva de la empresa.
Durante 2023, NASA recibió transferencias no reintegrables por parte del Estado por un monto de $700 millones (aproximadamente USD 2 millones a noviembre de ese año), según informó el Ejecutivo. La entrada de capital privado se presenta como clave para diversificar riesgos y ampliar el acceso a fondos.
Actualmente, los principales accionistas de NASA son el Ministerio de Economía con el 79%, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) con el 20% y Energía Argentina. Sin embargo, tanto la CNEA como Energía Argentina transferirán sus acciones a la Secretaría de Energía para consolidar el paquete estatal.
La empresa estatal opera las tres centrales nucleares del país —Atucha I, Atucha II y Embalse— que en conjunto suman una potencia instalada de 1763 MW y aportan cerca del 7% del consumo eléctrico nacional. NASA está incluida en la Ley Bases que habilita la privatización, y su valuación preliminar oscila entre USD 560 millones y USD 1000 millones.
NASA, presidida por Demian Reidel, uno de los funcionarios destacados por Milei, es una de las empresas estatales con resultados financieros positivos, habiendo reportado un superávit de $17.234 millones en el primer trimestre de 2025. Sin embargo, enfrenta críticas por la cantidad de empleados en su sede central, que ronda los 3100, principalmente en tareas administrativas.
En respuesta a la decisión oficial, el bloque kirchnerista en el Senado presentó un proyecto de ley para bloquear la venta de Nucleoeléctrica Argentina. La iniciativa, firmada por José Mayans y otros 24 parlamentarios, declara el desarrollo nuclear como “de interés público y estratégico no enajenable” y busca exceptuar a NASA de la Ley Bases que permite la privatización.
El proyecto opositor propone dejar sin efecto “todo proceso administrativo iniciado con el objeto de modificar la composición accionaria y/o transformar la naturaleza jurídica de Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA)”. Mayans acusó que “están tratando de armar un negocio y obviamente hay negociaciones que benefician al Presidente y a la hermana”.
