Parlamentarismo: La solución a la crisis política

Desde que se recuperó la democracia en el año 1983, incluso de antes, desde que se creó nuestro estado nacional. Para ser más específicos, cuando se pensó un modelo de país en la asamblea del año 1813 y las posteriores juntas hasta llegar a la declaración de nuestra independencia en el año 1816 y su posterior positividad, con los proyecto de constitución, y la creación en el año 1852 de nuestra Constitución, se habla de un gobierno central fuerte y poderoso donde todas las decisiones de dirección de la vida de los ciudadanos están a cargo del poder ejecutivo. Sin embargo, es curioso porque son los ciudadanos a quienes tienen y quienes lo eligen para estar allí. En simples palabras no somos parte de la decisión del gobierno, como nos vende la democracia, somos únicamente electores de un intérprete, que piensa interpretar la dirección, pero la visión está sesgada por la posición y la manera en que es colocado de investimento de poder.

Desde la famosa “década de infame” que el país viene en recesión económica y en recesión política. Hoy estamos en una recesión de poder, recesión de representación. Tenemos un sistema gigante donde la centralidad del poder está en el poder ejecutivo y quienes lo eligen no reciben la dirección y tratado de su situación de manera eficaz, eficiente y efectiva, porque el sistema les garantiza un período de poder sin tener que garantizar calidad gestión.

La Nación está hambrienta de un nuevo sistema político, un nuevo sistema social, donde por fin quienes son parte de la comunidad general de la nación sean parte del gobierno y la toma de decisiones. Necesitamos que el poder sea devuelto al órgano representante de la voluntad popular y representante de la diversidad popular, el Congreso de la Nación. Necesitamos un Gobierno Parlamentarista Republicano. Un sistema que pregone la eficiencia, eficacia y efectividad mediante el voto censura y el voto de confianza. La calidad viene expresado por el instrumento de revisión de gestión efectuada por los representantes. Necesitamos como ciudadanos ser parte de la toma de decisiones y del gobierno para recuperar nuestro funcionamiento pleno como organismo político.

El beneficio de reformular nuestro sistema presidencialista actual por un sistema Parlamentario Republicano, es que para conformar gobierno tiene que conformar un programa obligatorio de indicadores y mediciones con los cuales se realizarán las auditorias pertinentes de forma pública y representados por los congresales, los cuales si no cumplen con los objetivos en el periodo establecido se vota con censura  sacándole la confianza al gobierno y asume quién es la primer minoría para poder ejecutar sus políticas. Lo que causara esto es que se avance en calidad, eficacia y eficiencia en las políticas aplicadas sobre los planes de gobierno.

La pregunta  que tenemos que resolver como sociedad es, ¿En qué ecosistema estamos viviendo? ¿Podemos desarrollar un ambiente de control sobre quienes tiene el poder de generar un ecosistema en nuestras vidas (los políticos)? ¿Hay voluntad de afrontar una reforma constitucional y cambiar nuestro sistema actual? Como sociedad nos merecemos una reforma y vivir en una nación que tenga un ecosistema óptimo para desarrollarnos.