La deuda externa alcanzó el 46,7% del PBI en el tercer trimestre de 2025

El stock de deuda externa bruta subió a USD 316.935 millones, marcando el tercer aumento consecutivo y el nivel más alto desde el inicio del gobierno de Javier Milei.

Durante el tercer trimestre de 2025, la deuda externa de Argentina representó el 46,7% del Producto Bruto Interno (PBI), cifra que marcó el nivel más alto desde el primer trimestre del gobierno de Javier Milei. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que el stock de deuda externa bruta, medido a valor nominal, aumentó en USD 9.698 millones entre julio y septiembre, llegando a un total de USD 316.935 millones. Este incremento significó el tercer aumento consecutivo en el período.

 

Según el organismo liderado por Marco Lavagna, el producto argentino alcanzó casi 905 billones de pesos, equivalentes a aproximadamente USD 679.337 millones según el tipo de cambio promedio informado por el Banco Central (BCRA). Con esta metodología, la proporción de la deuda sobre la economía nacional alcanzó su máximo desde el primer trimestre de 2024, cuando fue del 56,1%, y se posicionó como la segunda más alta desde el primer trimestre de 2022, que fue del 48,3%.

 

El informe de Indec detalló que el aumento en los pasivos se debió principalmente al mayor endeudamiento de las sociedades no financieras, hogares e Instituciones Sin Fines de Lucro (ISFLH). También fue la suba en los segmentos del Gobierno y los bancos, siendo los préstamos el principal factor detrás de esta variación. En contraste, se registró una disminución en la deuda del Banco Central.

 

La deuda con organismos internacionales creció en USD 3.367 millones, alcanzando USD 96.521 millones, lo que representa más del 30% del total. De este monto, casi el 60% corresponde al Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que más del 30% se reparte entre el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).

 

A nivel institucional, el Gobierno y las ISFLH concentran cerca del 90% del stock de deuda. En el caso del Gobierno, este endeudamiento se compone principalmente de títulos emitidos para bonistas privados y préstamos de organismos internacionales, mientras que en las ISFLH predomina la deuda por inversiones directas. En cuanto a la moneda, el 98,4% de la deuda externa del trimestre estuvo nominada en moneda extranjera, y más del 70% se clasificó como deuda a largo plazo.

 

El ministro de Economía, Luis Caputo, minimizó la posibilidad de que se emita deuda bajo legislación extranjera para afrontar un pago de USD 4.300 millones previsto para enero con acreedores privados. Ante una consulta en redes sociales, respondió: “Trataremos que no la haya. El objetivo es ir eliminando la dependencia que el país tiene con Wall Street. Lo vamos a poder lograr? Nosotros creemos que sí”.

 

Aunque Caputo había abierto la puerta a esta opción, ahora se mostró más cauteloso. El Gobierno ya dispone de cerca de USD 1.800 millones provenientes de compras en el mercado y la colocación del BONAR 2029, además de los USD 700 millones que se esperan por la concesión de las represas del Comahue.

 

El resto del financiamiento podría obtenerse mediante nuevas compras del Tesoro en el mercado de cambios o a través de la firma de un contrato REPO negociado con bancos. Sobre esto, Caputo agregó: “El repo ya nos asegura que podemos. Pero estamos trabajando en otras alternativas de cara al futuro. Queremos que WS (Wall Street) sea una fuente de financiamiento marginal para Argentina (bonos soberanos al menos)”.

 

Respecto a la intención de alejarse de Wall Street, el ministro explicó que “es muy difícil que un país pueda crecer sostenidamente en el tiempo sin un mercado de capitales interno más desarrollado”. Subrayó que, aunque el gobierno debe atender la coyuntura de corto plazo, está enfocado en sentar las bases para un crecimiento sostenido en el mediano y largo plazo.

 

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