Hartos de los paros, desde el Gobierno analizan privatizar Aerolíneas Argentinas
Sí bien la empresa fue apartada de las privatizaciones de la Ley Bases, se podría avanzar en este sentido a través de la presentación de un proyecto de ley del diputado Hernán Lombardi.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El cortocircuito total entre el Gobierno y el gremio que encabeza Pablo Biró (APLA) parece que no tiene vuelta atrás.. La duda es: ¿En estas condiciones se viene una privatización, liquidación o tercerización de Aerolíneas? ¿O hay chances de que se logre un acuerdo para calmar a los pasajeros que son rehenes de este conflicto?
El gobierno de Javier Milei también se hartó de los paros y aprietes del sindicato de pilotos, los cuales cobran sueldos de privilegio a comparación del 90% de los trabajadores argentinos.
No obstante, el sindicato pide más aumentos de entre un 40% y 70% sobre la base mencionada en el párrafo anterior.
Luego de paros, reprogramaciones y cancelaciones el Gobierno decidió apostar por la privatización de la empresa como una jugada posible para contrarrestar las presiones sindicales.
Sin embargo, el contexto de avanzar en una privatización luce complicado: La empresa fue sacada de la lista de posibles privatizaciones bajo la Ley de Bases.
Más allá de este impedimento legal, Javier Milei puede impulsar un nuevo proyecto de ley para privatizar la empresa. Ya cuenta con el apoyo del radicalismo, la Coalición Cívica, el PRO, y obviamente La Libertad Avanza. Solo se opondrían los kirchneristas y la izquierda.
A su vez, también se baraja una posibilidad remota, pero viable: una Aerolíneas rentable, sin conflictos gremiales y con rutas competitivas, podría funcionar bajo control estatal sin necesidad de ser privatizada.
El ex-presidente Mauricio Macri dio su punta de vista en su cuenta personal de X para el futuro de Aerolíneas:
1. Arrancar un proceso de quiebra, que deja dos opciones: seguir con la empresa después de reestructurarla (sin cargar con los convenios colectivos viejos) o liquidar sus bienes.
2. Dividir la empresa en dos o tres nuevas: una dedicada a los vuelos y otra a los servicios en tierra, con nuevos convenios colectivos.
3. Achicar rápido la empresa y vender sus activos por separado: los aviones a las nuevas compañías del mercado, los simuladores, el área de mantenimiento y la empresa de rampa.
Si se deciden por la quiebra o liquidación, el Gobierno tendría que cortar el financiamiento a Aerolíneas. El tema de los activos no sería un drama, porque de los 82 aviones que tiene la empresa, más de 50 están alquilados. Muchas de las oficinas que en su momento representaban a la aerolínea y al país ya fueron vendidas, así que vender lo que queda no sería tan complicado. Todavía no está claro si van a tomar esa decisión estratégica.