El peligro de la indiferencia, por Yoel Freue | Dolarhoy.com

El peligro de la indiferencia, por Yoel Freue

Por Yoel Freue

 

“Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada”. De esta forma finaliza el poema escrito por Martin Niemöller, donde enumera como los nazis fueron atacando a los diferentes grupos sociales, desde los comunistas, pasando por los judíos, hasta los sindicalistas y los católicos. Cada párrafo termina diciendo “yo no dije nada, porque no era…”

 

En estos momentos, el mundo se debate en una encrucijada similar. Hay quienes ven a la guerra desatada en Ucrania como un hecho lejano, ajeno, y por lo tanto, deciden no tomar partido. Hay quienes, por miedo a las represalias de Rusia, tampoco hacen nada, y se limitan a solidarizarse con Ucrania de manera superflua, sin que esto haga mella en el accionar de Rusia.

 

Las principales potencias mundiales tampoco se involucran activamente y se limitan a establecer sanciones a Rusia, algunas a mediano o largo plazo, que tienen poco o ningún efecto en dar una tregua al pueblo Ucraniano y al avance de esta guerra desigual.
La pregunta es, ¿Qué esperan? ¿Cuándo considerarán que es hora de tomar cartas en el asunto y frenar esta masacre?
Rusia cada vez se acerca más a las fronteras de países vecinos, miembros de la OTAN, y aún así este organismo se mantiene en una inactividad preocupante. El reciente ataque a tan solo 25 km de la frontera con Polonia, puso en vilo a la opinión pública, y parecía ser la mecha que encendiera la tercera guerra mundial. Sin embargo, nada ocurrió.

 

Esta inacción se puede ver como una respuesta prudente y una decisión de evitar a toda costa que el conflicto escale, pero también se puede ver como el fracaso institucional de una organización creada para garantizar la paz.

 

¿Es que acaso la respuesta ante una amenaza es quedarse esperando que todo concluya? ¿Realmente nuestros líderes mundiales piensan que el problema se circunscribe a un territorio y consideran que las sanciones económicas tendrán el efecto esperado? Y si fuera así, ¿La muerte de civiles de una nación queda justificada al pensar que de esta manera se evita poner en riesgo al resto de la población mundial?

 

En toda guerra siempre hubo atacantes y atacados. Vencedores y vencidos. Víctimas y victimarios. También hay espectadores que observan el desarrollo del conflicto, pensando que les es ajeno.

 

Hace menos de un siglo, la humanidad no tenía el acceso a la información con la que contamos hoy en día. Actualmente, nos encontramos en un momento en el que la información llega al instante por medio de las redes sociales, y esto nos obliga a no permanecer ajenos a lo que ocurre en nuestro planeta.

 

Quienes eligen la indiferencia cometen el gravísimo error de pensar que un día no vendrán por ellos. Que un día, pasaran de espectadores, a ser víctimas, y para entonces, tal vez no quede nadie que diga nada.