Ahorro, Inversión, Interés, Riesgo y Rentabilidad: Conceptos básicos a la hora de invertir | Dolarhoy.com
Inversión|25 de enero de 2022

Ahorro, Inversión, Interés, Riesgo y Rentabilidad: Conceptos básicos a la hora de invertir

Hoy te traemos principios básicos a la hora de hacer una inversión para que administres mejor tus finanzas.

Por redacción

 

Las personas reciben ingresos, derivados de su actividad laboral o de otras fuentes posibles (por ejemplo, herencias, seguros, etc.), que son utilizados para la compra de bienes y servicios en un determinado período. Si esos gastos son inferiores a la totalidad del ingreso, se genera un excedente denominado ahorro.

 

¿Qué se puede hacer con el ahorro? Básicamente, es posible optar entre dos grandes alternativas:

 

  1. Mantener los ahorros en efectivo o líquidos, esto es, guardar o atesorar el dinero líquido para el uso futuro.
  2. Adquirir activos que permitan incrementar los ahorros con el tiempo, o sea invertirlos.

Entonces, invertir es comprometer parte de los ahorros adquiriendo ciertos activos, con la esperanza de obtener de ellos un rendimiento en el futuro. Dicho rendimiento futuro podrá adoptar la forma de una tasa de interés, que hace referencia a la recompensa por privarse o desprenderse de liquidez o dinero en efectivo, es decir, el valor de “sacrificar” el uso del dinero hoy, y por lo general está expresada en porcentaje.

 

Es importante diferenciar la inversión de la especulación. Debemos tener en cuenta que la especulación busca un beneficio rápido a partir de las estimaciones sobre variaciones de precios futuros. Por lo tanto, se puede decir que la especulación es un tipo de inversión que no conlleva ninguna clase de compromiso con la gestión de los bienes en los que se invierte, y se limita al movimiento de capital habitualmente en el corto o mediano plazo.

¿A qué riesgos se expone la persona inversora al momento de invertir?

Se debe tener en cuenta que todos los productos o activos de inversión incorporan cierto nivel de riesgo.

 

Los principales riesgos son:

 

  • El riesgo financiero es el conjunto de factores que pueden hacer que la rentabilidad (entendiéndola como la remuneración que se recibe por invertir) de una inversión sea distinta a la esperada, ya sea por encima o por debajo. Riesgo significa incertidumbre y, en términos financieros, se considera que incorpora el mismo riesgo obtener un 20% por encima o por debajo de la rentabilidad prevista. Lógicamente, el riesgo que preocupa a la persona inversora es el segundo, es decir, la probabilidad de que la rentabilidad sea inferior a la inicialmente prevista.

Cuanto mayor sea la rentabilidad que ofrece una inversión, mayor será su nivel de riesgo. Esta regla no tiene excepción. Hay que desconfiar siempre de ofertas que prometen inversiones seguras con alta rentabilidad. Por lo tanto, riesgo y rendimiento siempre van de la mano; cuanto más alta sea la misma, mayor es el riesgo de no alcanzarla e, incluso, de perder.

 

  • Riesgo de precio o de mercado: es la posibilidad de que la persona inversora sufra pérdidas al vender un producto financiero, debido a los cambios en los precios de mercado.
  • Riesgo de liquidez: es la facilidad de deshacer la inversión y convertirla en dinero líquido. La liquidez depende de que exista un mercado en el que pueda liquidarse la inversión con rapidez y a un precio cierto. Si el mercado no funciona bien, se tardará más tiempo en liquidar la inversión y es posible que haya que aceptar un menor precio.

Otros tipos de riesgo que existen en el mercado de capitales son el riesgo de tipo de interés y el riesgo de concentración o falta de diversificación de las inversiones.

 

Entonces, se puede decir que todos los productos de inversión incorporan cierto nivel de riesgo.

 

  • A condiciones iguales de riesgo, las personas inversoras siempre optarán por la inversión con mayor rentabilidad.
  • A condiciones iguales de rentabilidad, las personas inversoras siempre optarán por la inversión con menos riesgo.

La razón para asumir los riesgos de un producto de inversión, en vez de mantener los ahorros en efectivo, es la posibilidad de obtener una rentabilidad más alta. Invertir ofrece mayor potencial de crecimiento. Las personas invierten con el objetivo de acumular el capital necesario para llevar a cabo sus proyectos (por ejemplo, al comprar una casa, ahorrar para la jubilación, etc.).

 

La decisión de invertir o no y en qué condiciones, es algo que debe analizarse con detenimiento. Adquirir un determinado valor supone comprometer los ahorros y condiciona la capacidad financiera presente y futura.