El efecto psicológico por el que los argentinos compran inmuebles | Dolarhoy.com
Propiedades|03 de febrero de 2022

El efecto psicológico por el que los argentinos compran inmuebles

La falta de educación financiera y la supuesta mayor seguridad jurídica no son los únicos motivos por los cuales los ahorristas locales eligen el ladrillo por sobre otras inversiones.

Por Gonzalo Andrés Castillo

 

El argentino promedio, al ahorrar durante muchos años, suele comprar casi sin dudar un departamento, casa o terreno como alternativa de inversión para "preservar el capital" en el largo plazo. Sin embargo, opciones más rentables como las obligaciones negociables y las acciones no son contempladas con frecuencias.

 

¿Por qué el argentino ama los inmuebles?

Hay tres motivos por los cuales se da esta situación. En primer lugar, en el país hace falta mucha educación financiera. Si bien se conoce más sobre los efectos de la inflación y la devaluación que en otras regiones más desarrolladas, lo cierto es que no circula información acerca de los diversos instrumentos financieros que se negocian en el mercado de capitales, sus características, ventajas y desventajas, por lo que se suele optar por "el ladrillo" por ser más "convencional".

 

Por otra parte, en el largo historial de decadencia argentina, los inmuebles nunca fueron "tocados" por el Gobierno de turno, así que los ahorristas argentinos confían en que esto se mantendrá en el futuro, aunque a través de impuestos y regulaciones sí hubo numerosos cambios que perjudicaron a los propietarios.

 

Por último, existe un efecto psicológico presente en todas las personas que ocasiona, en este caso en particular, que los argentinos elijan más los inmuebles por sobre otros activos: el sesgo de disponibilidad.

 

Un efecto psicológico contraproducente

En diálogo con Forbes Argentina, el diputado y especialista en economía del comportamiento Martín Tetaz desarrolló en qué consiste esta característica cerebral y cómo afecta en el ámbito de las inversiones.

 

"Le prestamos atención a la información a la cual tenemos más accesibilidad y a otra información que no tenemos más accesibilidad no la tenemos en cuenta, aunque sea importante", explicó el especialista.

 

"Por ejemplo, la gente tiene miedo de invertir en acciones porque no tolera la caída del precio de las acciones, vale lo mismo para el bitcoin ahora. No tolera cuando cae el precio del bitcoin. Pero no así para las propiedades", ejemplificó Tetaz, quien agregó: "Y la única diferencia no es que los precios de las propiedades no caigan, sino que la gente no ve los precios del mercado a los cuales se están haciendo las operaciones de departamentos similares al que tiene como para darse cuenta de que su departamento, si lo tuviera que vender hoy, valdría 20% menos de lo que valía hace dos años".

 

"Entonces, la gente cree que el ladrillo siempre preserva el valor y que está indemne de sufrir las alteraciones del mercado, y esto no es cierto, entonces hay una predilección del ladrillo por encima de las inversiones en acciones, por ejemplo, simplemente porque no aparece publicado el precio de la propiedad todos los días", destacó el economista.

 

Y concluyó: "Si apareciera todos los días, la gente seria un poco más reluctante a tener inversión en ladrillos y probablemente invertiría un poco más en acciones".

 

De acuerdo al experto, estos sesgos cognitivos no tienen solución, ya que están en la propia naturaleza del ser humano. Sin embargo, el de disponibilidad en particular puede amortiguarse aprendiendo sobre el ámbito financiero, ya sea a través de libros, cursos o programas.