¿Qué pasaría si con esta inflación el dólar sube con fuerza?, por Fausto Spotorno | Dolarhoy.com
Gobierno|24 de junio de 2022

¿Qué pasaría si con esta inflación el dólar sube con fuerza?, por Fausto Spotorno

¿Qué posibilidades hay de que esto suceda?

Por Fausto Spotorno

Director de OJF y del INECO de UADE

 

La inflación en la Argentina ha dado un nuevo salto. Es muy probable que en los próximos meses observemos cierta desaceleración, pero seguro que encontraremos que el piso inflacionario ha subido un escalón. La diferencia con esta escalada es que las últimas veces que la inflación saltó se vio previamente una suba del dólar tal como pasó en 2014, 2016, 2018 y 2019. La pregunta que queda picando es ¿Qué pasaría si en esta situación el dólar sube con fuerza? Y también cabe preguntarse que posibilidad hay de eso efectivamente suceda.

 

La inflación tiende a desacelerarse luego de un pico como el que se vio en marzo o en abril. Básicamente porque el mercado de bienes tiene que ajustarse a las nuevas condiciones de ingresos, de demanda y de oferta. En efecto, cuando hay un salto de precios como el que se vio, es posible que haya ocurrido por una caída en la oferta de bienes o un incremento de la demanda. Ambas cosas pueden estar pasando. La falta de insumos y de algunos bienes importados implica una caída en la oferta, que es bastante obvia cuando se encuentran algunas góndolas vacías. Pero también sucede que cuando la gente pierde confianza en el dinero trata de gastárselo más rápido y como consecuencia acelera la demanda de bienes.

 

¿De dónde salió el dinero para que aumente la demanda de bienes? Pues de la emisión monetaria. Cuando el Gobierno aumenta la cantidad de dinero la gente tiene más dinero disponible y trata de canjearlo por bienes. Pero como todos tenemos más dinero disponible no hay suficiente producto para responder al intento de las personas de sacarse ese dinero de encima o cambiarlo por bienes. Más grave es la situación si encima tenemos escasez de insumos porque la cantidad de dinero aumenta, pero la cantidad de bienes disponibles baja.

 

La falta de insumos que estamos observando es en realidad una combinación de factores. Es cierto que faltan dólares en las reservas y por lo tanto se vuelve más difícil importar insumos. También hay un efecto internacional producto de la guerra y de la pandemia que han generado algunos problemas logísticos. Pero también hay un efecto propio de la inflación. Y si las personas intentan cambiar el exceso de dinero que tienen por bienes todas al mismo tiempo nos vamos a encontrar con que faltan porque todos queremos obtener esos productos. Eso provoca un aumento de precios para compensar la falta de bienes. Posiblemente los precios suban hasta el nivel en el que los empresarios y comerciantes están dispuestos a ofrecer la cantidad de bienes que se está demandando. Eso hace saltar los precios fuertemente.

 

Sin embargo, es muy probable que a estos nuevos precios más altos los consumidores no estén tan interesados en comprar dichos productos, al menos no en el mismo volumen que pensaban comprar con los precios más bajos. Lo cual provoca algún efecto negativo sobre las ventas esperadas y eso termina llevando a una desaceleración de la inflación. El proceso puede repetirse varias veces hasta que encontremos un nuevo equilibrio en donde la inflación será más alta.

 

Ahora bien, a pesar de esta aceleración inflacionaria, el dólar tanto oficial como libre se ha mantenido relativamente estable. Si la inflación es la pérdida de valor del dinero, ¿Por qué el dólar no sube más fuerte?

 

En primer lugar, porque las monedas en el mundo están perdiendo valor. La enorme liquidez mundial, las bajas tasas y la emisión monetaria global llevaron a una mayor inflación a nivel mundial y una desvalorización general de todas las monedas. Pero también hay factores locales. Por un lado, el dólar libre sigue siendo caro para los promedios históricos. Si tomáramos el valor promedio del dólar desde fines del siglo 19, y lo pusiéramos a precios de hoy, obtendríamos un tipo de cambio de entre 160-170 pesos.

 

Además, el mercado está actualmente anticipando un cambio en la economía argentina. La combinación de una gran debilidad política junto con la necesidad de cambio en la economía y una Argentina "barata" está provocando la sensación de que hay un fin de régimen y muchos se están anticipando a ese escenario y adquiriendo bienes durables o construyendo usando los pesos excedentes y algunos dólares guardados.

 

Sin embargo, no podemos descartar que a medida que avance el año y se vayan acabando los dólares de las exportaciones, pueda haber algún susto en materia de dólar. Aun así, debería haber un movimiento muy violento del dólar libre como para que afecte realmente a los precios locales y al dólar oficial. El verdadero riesgo está en que las reservas netas lleguen a un nivel críticamente bajo y el dólar oficial deba devaluar a una tasa mucho mayor al 3%-4% mensual que venimos observando. 

 

El Banco Central, tiene prácticamente 15.000 millones de dólares líquidos (contando DEGs y oro) y desde ese punto de vista está algo más sólido de lo que estaba antes del acuerdo con el FMI. Sin embargo, es cierto que si no pudo acumular dólares en estos meses que son los más fuertes en materia de ingreso de divisas, es probable que en los próximos meses haya que elegir entre perder reservas o aumentar las restricciones al acceso a dólares.

 

Si va por las restricciones, el costo se pagará en actividad económica, pero más riesgoso es quemar dólares a diestra y siniestra. Por ello creemos que el Gobierno optará por mantener este ritmo de devaluación, al tiempo que se irán aplicando restricciones, como para llegar a las elecciones del 2023.

 

En este escenario, la inflación se mantendría elevada en los próximos 18 meses, pero no debería acelerase más allá del rango 70%-80%. Ahora bien, menos probable pero no imposible sería el caso de que la emisión monetaria y la pérdida de reservas se aceleren provocando un stock inflacionario adicional. Este escenario es menos probable porque tiene poco sentido económico.