¿Sirven las Visas de Inversión para emigrar a EE.UU? | Dolarhoy.com
América|06 de mayo de 2021

¿Sirven las Visas de Inversión para emigrar a EE.UU?

Por Pablo Hoberman

CEO de Urbis Real Estate

 

Muchas veces nos preguntan cuáles son las alternativas para emigrar a los Estados Unidos.

 

No es fácil responder esta pregunta, ya que tiene muchas variables y estrategias que hacen necesario el asesoramiento de un profesional especializado, básicamente un abogado de inmigración en este país.

 

Siempre diremos que tener una visa de negocios o de inmigración es conveniente, ya que permite tener "un plan B" para cualquier necesidad de urgencia familiar o de negocios.

 

No obstante, no se puede asegurar que en el momento en el que la necesitemos verdaderamente, esa visa seguirá disponible o si tendrá restricciones producto de la demanda, que la conviertan en algo casi imposible de conseguir. 

 

Intentaré dar una primera aproximación al tema, para clarificar, al menos, los puntos más básicos del proceso.

 

Las visas se dividen en dos grandes grupos: de inmigrante y de no inmigrante.

 

Visa de Inmigrante

Concretamente están dirigidas al que quiere vivir en Estados Unidos y trabajar legalmente aquí.

 

Hay varias opciones a elegir en estas visas, y habitualmente tienen mucho que ver con el aplicante, sus características, su formación académica y laboral, sus potenciales "capacidades extraordinarias", etc.

 

Obviamente este camino no es fácil, y no es para cualquiera. Pero no es imposible. En nuestros años de trayectoria hemos visto mucha gente que lo ha logrado, especialmente quienes han tenido una amplia experiencia en su área, con presencia online, publicaciones y la posibilidad de demostrarlo.

 

Adicionalmente, existe hoy una posibilidad de conseguir la famosa "Green Card" o tarjeta de residencia legal a través de un tipo de visa bastante reciente, la EB-5, cuyo proceso lleva naturalmente a la aprobación de la residencia.

Este camino se basa en fondear con extranjeros interesados a través de lo llamados Centros Regionales de Inversión, que están aprobados por el gobierno estadounidense. Estos lugares son proyectos que el gobierno habilitó para que reciban dichas inversiones y que, con cada inversor, generen como mínimo 10 puestos de trabajo nuevos.

 

Lo difícil es llegar al monto de inversión requerido, que es hoy de u$s 900,000 más gastos legales, lo que llevaría la cifra a u$s1 millón por familia.  Esa operación estará congelada en ese proyecto por 5 años, y recién allí, al terminar ese período se recuperará, sin intereses ni rentabilidad de ningún tipo.

 

Por eso es menester elegir muy bien el Centro Regional. Nosotros recomendamos solamente invertir en proyectos de real estate, es decir en edificios a construirse en localizaciones premium (Downtown Miami por ejemplo), donde estamos tranquilos de que el proyecto en donde estará ese millón de dólares será exitoso, y permitirá a los 5 años recuperarlo, por ejemplo a través de recibir un departamento de valor equivalente.

 

Existen Centros Regionales en todos los Estados Unidos, con proyectos industriales, comerciales, de todo tipo, pero nada nos deja más tranquilos que tenerlos en ladrillos, por obvios motivos.

 

Este proceso de visa de inmigración aplica a toda la familia directa del aplicante, incluyendo su cónyuge e hijos menores de 21 años, y habitualmente lleva unos dos años de proceso hasta que se aprueba la Green Card definitiva.

 

Visa de No Inmigrante

Son las clásicas visas de negocios o de trabajo, las hay de muchos tipos. Lo importante aquí es que si bien el aplicante la necesita para ejercer su negocio en USA, su objetivo siempre debe ser volver al país de origen. No emigrar.

 

Como siempre, existe la opción de cambiar en el camino de objetivo, obteniendo primero una visa de negocios (no inmigrante), y durante el tiempo de vida de esa visa, encontrar la forma de hacer una transición a una Green Card (tarjeta de residencia legal), ya sea consiguiendo un empleo en una compañía que haga el pedido y la gestión, o en forma individual, aplicando a través de visas de capacidades excepcionales u otras opciones.

 

Hoy para Argentina está vigente el tipo de visa E-2, que es una visa de negocios muy usada con bastante éxito. Básicamente consiste en poder mostrar que hay un negocio en USA donde el aplicante invertirá una suma substancial (así lo dicen sin importe exacto), y se ocupará del mismo. Los abogados presentarán al gobierno norteamericano un plan de negocios de 5 años, que es la duración de la visa, donde mostrarán que el negocio comprado o a generar, producirá dinero suficiente para sostener económicamente a la familia del aplicante, un empleado adicional y una oficina.

 

A través de nuestra experiencia concreta, muchos inversores han logrado, a través de la compra de suficientes departamentos de renta, demostrar un negocio inmobiliario adecuado, que cumple con los requerimientos del gobierno. Con eso lograron su visa E-2 en el corto plazo. Otros clientes compraron fondos de comercio existentes, ya operando, que cumplían con las exigencias del gobierno y en menos de 90 días tenían su visa aprobada.

 

El rango de opciones a nivel inversión es amplio, ya que lo verdaderamente importante es la generación de dinero del negocio, que permita al aplicante y su familia poder vivir en Estados Unidos. 

 

Adicionalmente, hay muchos otros tipos de visa de negocios, que refieren a la empresa que el aplicante ya tiene o trabaja. Son muy utilizados por corporaciones internacionales que quieren mover su personal jerárquico a los Estados Unidos por diversos motivos, o abrir sucursales con personal ya entrenado.

 

Ambas opciones de visa que expliqué previamente cumplen con ese objetivo del plan "B" antes mencionado. Ninguna de ellas requiere que la persona venga a vivir a Estados Unidos al tener la visa aprobada, esto es totalmente optativo.

 

Para responder la pregunta del inicio: Sí, es posible emigrar.

 

No es un proceso sencillo, lleva desde meses hasta años y, fundamentalmente, mucha planificación con el equipo de profesionales legales correcto. 

Todos los que lo hemos transitado por ese largo proceso (en mi caso, hace 20 años, pasando por varios tipos de visa hasta la obtención de mi ciudadanía), teníamos un objetivo muy claro que nos llevaba a ser pacientes: tener la posibilidad de probar y tratar de desarrollarnos en un país que permita invertir, crecer y lograr bienestar y paz familiar para nuestros hijos, aunque sin olvidar nunca nuestras raíces.