Goldman Sachs prevé un 2022 áspero para Argentina y Latinoamérica en general | Dolarhoy.com
América|21 de diciembre de 2021

Goldman Sachs prevé un 2022 áspero para Argentina y Latinoamérica en general

Mientras el 2021 fue un año de recuperación, el 2022 no parece ofrecer un panorama alentador, según Goldman Sachs.

Por Simón Salas Seeber

 

El banco estadounidense Goldman Sachs realizó un reporte comentando el panorama que espera el banco para Argentina y Latinoamérica en general, revisando los factores macroeconómicos que pueden guiar el rumbo de la región en el 2022. 

 

Vamos de lo "macro a lo micro":

 

Latinoamérica

La Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe cree que el 2021 trajo consigo la recuperación económica de gran parte de América Latina "gracias a la implementación de las vacunas, a factores externos favorables y a la reapertura de algunas fronteras internacionales".

 

En disentimiento con el Fondo Monetario Internacional, el organismo estima que el PIB real de la región crecerá un 6,3% a finales de año, pero la entidad crediticia cree que el estado de las economías de la región "tardará varios años en alcanzar los niveles anteriores a la pandemia".

 

 

"Para 2022, esperamos una desaceleración de la tasa de crecimiento de aproximadamente el 2%. Esto refleja unas condiciones externas más débiles para la región, dado que se espera un menor crecimiento mundial para 2022 con un menor dinamismo de la demanda externa y del comercio mundial, y con la previsión de que los precios de las materias primas se mantengan estables o incluso algo más bajos que en 2021".

 

 

No dejaron de destacar que los países de la región, al igual que los del resto del mundo, también están experimentando presiones inflacionistas, lo cual limita (o debería hacerlo) su capacidad de política monetaria expansiva, por lo que creen que "el ajuste macroeconómico pondrá en peligro el crecimiento futuro".

 

Alberto M. Ramos, Director de "LatAm Economics" en Goldman Sachs, destacó que espera "un bajo crecimiento de la inversión/ahorro y de la productividad total de los factores, en medio de elevados niveles de informalidad laboral y empresarial y una persistente y elevada incertidumbre macroeconómica y política". 

 

El crecimiento de la región, según Ramos, estará opacado por el contexto mundial, y agregaron que "el probable aumento de las tasas de interés debido a las crecientes presiones inflacionarias en los países desarrollados puede aumentar la volatilidad financiera y tener un impacto negativo en el costo de los préstamos para los países de América Latina y el Caribe".

 

Además, agregó un comentario tan realista como desesperanzador: "Y lo que es peor, más allá de 2022, no hay razones para anticipar que la dinámica de bajo crecimiento que la región venía mostrando antes de la pandemia (con un crecimiento del 0,3% de media desde 2013 hasta 2019) vaya a mejorar".

 

Argentina

En sintonía con el panorama general, el ejecutivo no brindó un agradable pronóstico para nuestro país.

 

De hecho, prevé una fuerte desaceleración del crecimiento en 2022, y no así de la inflación: "el ajuste fiscal es urgente, pero no se está buscando. El ajuste del tipo de cambio es una necesidad, pero es una cuestión de difícil gestión dado el entorno de inflación muy elevado, superior al 50%". En su opinión, el aumento del déficit fiscal debería despertar las alarmas y obligar a un recorte, que disminuiría las chances de crecimiento económico en el corto plazo pero es necesario para frenar la inflación, entre otras cosas.

 

En línea con lo anterior, confesó: "no prevemos grandes reformas fiscales y/o de fomento del crecimiento. Por último, tras los malos resultados de las elecciones de mitad de mandato, el Gobierno entrará en 2022 con un capital político y una representación en el Congreso reducidos”.

 

Los números concretos que tienen en mente son los siguientes: PIB real crecería un 9,9% en 2021, compensando la mayor parte de la gran contracción del 9,9% en 2020. De cara al futuro, sentenciaron que esperan una "reducción significativa del crecimiento en 2022, hasta el 2,9% (potencialmente menos)".

 

 

¿La causa? "Los desequilibrios macroeconómicos, las distorsiones de los precios micro y relativos, la disminución del stock de capital físico, la falta de reformas que potencien el crecimiento y, en general, la escasa credibilidad de las políticas".

 

 

En cuanto a la inflación, estimaron que la misma se mantendrá en niveles cercanos al 50% en 2022, debido a "la rápida expansión de la liquidez interna impulsada por la monetización de los déficits fiscales, y los controles monetarios y de precios cada vez más ineficaces e insostenibles”.

 

Por último, aconsejaron una devaluación, la cual es necesaria según los analistas: "El peso necesita devaluarse. La brecha entre el tipo de cambio oficial y no oficial en la sombra supera el 100%. Anticipamos una devaluación considerable del ARS / USD fuertemente administrado (a 160 para fines de 2022)".