El 8% de los inversores extranjeros en EE.UU. son argentinos | Dolarhoy.com
América|04 de septiembre de 2023

El 8% de los inversores extranjeros en EE.UU. son argentinos

Las inversiones de retorno mágico, aunque se lleven a cabo en la más latina de las ciudades de Estados Unidos, siempre fueron más un ideal que una realidad. Los negocios golondrina ya no funcionan y solo la inversión a largo plazo, en real state o franquicias de servicios, ofrece posibilidades de renta futura.

Por redacción

 

La llegada de Lionel Messi al Inter de Miami fue una verdadera revolución para el mundo futbolero latino de esa ciudad y, especialmente, para los argentinos radicados en esa ciudad. Los negocios alrededor del astro mundial fueron una tentación para muchos, pero, como suele suceder en estos casos, los concretan unos pocos.

 

“Miami es una ciudad, muy particular dentro de Estados Unidos, tanto como la Argentina es un lugar muy particular dentro de Latinoamérica y siempre hay mucho reflejo y rebote de lo que pasa en ambos lugares, por la gran colonia latina que vive en este lugar”, dice Marcelo Schamy, especialista y asesor en inversiones en esa ciudad. “Hay un poco de la ilusión del negocio Messi y la realidad es que no todo el mundo accede a un negocio a través de la llegada de una personalidad como la de Messi. También hay grandes ligas que están haciendo grandes negocios y lo pueden hacer porque también tienen el respaldo financiero suficiente como para invertir y reinvertir cuando es necesario”, completa el especialista.

 

Respecto del tema Messi, la ilusión se potenció por comentarios de “algún elegido” que desde antes de la llegada del capitán de la Selección Argentina tenía un puestito gastronómico cerca de la cancha, por el que no pasaba nadie y ahora explota, el que tenía un puesto de comida regional o el que logró meter un full track en el parking del estadio. Pero si hablamos de cuántos son los privilegiados, la ecuación da que es más la ilusión que el negocio concreto.

 

Desde el punto de vista “argentino”, también, es necesario destacar un rasgo de la personalidad del inversor: el espíritu de querer recuperar la inversión en dos años, rasgo “muy argentino”

 

“En Estados Unidos, y sobre todo Miami que tiene toda una cáscara latina, pero no deja de estar dentro del sistema americano de negocios; trasladar modelos no funciona, y como nuestras economías son tan inestables y volátiles, los latinos están buscando el norte por una moneda dura”, dice Schamy y agrega que, pese a la fantasía popular, el mercado americano no es tan sencillo.

 

“El argentino está acostumbrado a la inestabilidad que tiene mucha cintura para lo que son negocios rápidos, entrar, retirar ganancias y salir del negocio –suma Schamy-, negocios que no son predecibles en el largo plazo y para el que los se requiere un poco de suerte, contactos e información. Eso, trasladado a Estados Unidos, es difícil de funcione”. En síntesis: no se puede pretender vender más medialunas que donuts ni kilos de helado argentino por sobre los gustos y marcas americanas.

 

Miami suele ser vista como el paraíso de las inversiones, donde con un bajo monto inicial se puede logra un rápido retorno de la inversión con altos márgenes de rentabilidad, ecuación hoy muy lejos de la realidad. Principalmente luego de la pandemia, cuando los inversores dejaron de lado las inversiones financieras, de márgenes de ganancia atractivos pero muy volátiles, para enfocar en inversiones con mayor respaldo y tangibles, como los commodities agrícolas o el mercado inmobiliario.

 

Durante la pandemia, el sector tecnológico también fue receptor de un buen número de inversiones, ya que el aislamiento por cuestiones sanitarias y el continuo proceso de globalización generó condiciones propicias para su expansión. Por el contrario, la crisis general de las criptomonedas, con un pico de caída de casi el 50% del valor del Bitcoin en 2022, volvió a instalar dudas sobre la inversión en monedas virtuales.

 

La realidad es que esas inversiones tangibles representadas, por ejemplo, por el mercado inmobiliario, ofrecen la seguridad que el inversor a largo plazo busca en desmedro de la rentabilidad que busca el inversor golondrina, ya que los retornos anuales en concepto de renta suelen rondar el 4%, algo que le quita interés inmediato.

 

Inversión a largo plazo

Como afirma el experto en el mercado de negocios americano Marcelo Schamy, “acá (en Estados Unidos) todo el mundo quiere que te vaya bien, pero de acá a diez años”, lo cual solo es posible en una economía estable y con reglas claras. Y eso que aplica a las franquicias también aplica para las inversiones inmobiliarias: si bien en Estados Unidos hay facilidades para el acceso al crédito, ese crédito invertido en bienes de reventa no tendrá éxito inmediato. Y esto está relacionado con el elevado costo impositivo, los porcentajes por vivienda vacía y tasas extraordinarias sobre las hipotecas hacen que, si se pueden tener cien mil dólares de excedente, se recomienda a los ansiosos gastarlos en turismo antes que embarcarse en inversiones que demorarán en rendir sus frutos.

 

Retorno de la inversión

El retorno de la inversión esperado, en general, siempre estará totalmente ligado al riesgo y no hay manera de que cambie la ecuación: cuanto más riesgo más retorno.

 

Hay, en Estados Unidos, ciertas industrias que tienen ya un promedio estadístico nacional de rentabilidad. Por ejemplo, en el rubro de real estate ese promedio nacional puede estar en un 4, 4,5% y hasta un máximo del 5% promedio nacional sin tomar en cuenta aquellos que compraron muy a tiempo, es decir aquellos que con un resto de dinero aprovecharon la baja del mercado inmobiliario, quienes compraron muy barato en 2008, por ejemplo, y hoy tienen un rinde muy superior.

 

“Miami es un lugar difícil para invertir. Para comprar es maravilloso porque obviamente si algo le faltaba a la ciudad era Messi. Ya tenés tenis, Fórmula 1, viene la Copa América, viene el Mundial… Miami de manera permanente tiene algún evento, es como vivir en la Costa Atlántica en enero los 12 meses del año y todo está carísimo”, dice Marcelo Schamy.

 

Retomando la cuestión del inverso, al pensar a largo plazo hay alternativas que no fallan. Por ejemplo, invertir en real estate a lo largo de los años -no menos de cinco- tal vez el resultado con respecto a la renta y el retorno no sea positivo, pero tampoco se perderá plata. Es más, el negocio real state, a lo largo de los años, mantendrá apreciado y actualizado el capital invertido apreciado.

 

Otra cuestión importante es el monto: ya no hay, al menos en Miami, negocios que partan de los 100 mil dólares, sino que es necesario mínimamente quintuplicar ese monto para pensar en una inversión rentable a largo plazo. Para el ahorrista de 100 mil dólares la inversión recomendada es una franquicia de servicios de la mano de consejeros que conozcan y tengan experiencia en el tema, que ayuden al inversor a manejar una operación comercial y donde lo guíen en lo que hay que hacer, operando con un modelo probado de una marca nacional.

 

Como se dijo párrafos más arriba, trasladar modelos de negocios por fuera de lo americano, en Norteamérica no funciona. Se requiere un modelo americano para operar bajo el ala de una compañía que dará apoyo permanente, capacitación, soporte de marketing, alianzas comerciales y todo lo necesario para desarrollar el negocio que, manejado de manera criteriosa y sin salirse de los libretos, puede rendir entre el 10% y el 25%, llegando hasta el 30% en el caso de que los dueños se involucren totalmente al crecimiento de la empresa.