Astrazeneca: Continúa el fuego cruzado
La vacuna contra el COVID-19 de Astrazeneca continúa siendo foco de ataques debido a sus efectos secundarios. Varios países se han sumado a la listas de los que han dejado de usarlas con pacientes enfermos.
Por Facundo Velastiquí
AstraZeneca se encuentra transitando un período de alta inestabilidad y constante presión por parte de los gobiernos, debido a que varios países de Europa han decidido dejar de utilizar su vacuna contra el COVID-19 debido a sus efectos secundarios. Se espera que esta semana el organismo de control de medicamentos oficial de Europa emita un veredicto oficial sobre los riesgos asociados con la vacuna COVID-19 de la compañía.
Varios países de todo el mundo se han movido para suspender el lanzamiento de la vacuna COVID-19 de AstraZeneca en los últimos días en medio de preocupaciones de que podría causar coágulos de sangre. Alemania, España, Francia, Dinamarca, Irlanda, Holanda e Italia han anunciado suspensiones.
El Paul-Ehrlich-Institut de Alemania dijo el lunes que observó "una acumulación sorprendente de una forma especial de trombosis de la vena cerebral muy rara (trombosis de la vena sinusal) en relación con una deficiencia de plaquetas sanguíneas (trombocitopenia) y sangrado en la proximidad temporal de las vacunas con el Vacuna COVID-19 AstraZeneca ".
El caso ha sido remitido al principal organismo de control médico de Europa, la Agencia Europea de Medicina (EMA). El veredicto oficial está previsto para el jueves.
La EMA dijo el lunes que "actualmente mantiene la opinión de que los beneficios de la vacuna AstraZeneca en la prevención de COVID-19, con su riesgo asociado de hospitalización y muerte, superan los riesgos de efectos secundarios".
AstraZeneca dijo que no había evidencia de un vínculo causal entre su vacuna y la coagulación de la sangre. La empresa comunicó que hubo 15 eventos de trombosis venosa profunda y 22 eventos de embolia pulmonar reportados entre más de 17 millones de personas vacunadas. Ann Taylor, directora médica de la firma, dijo que esto era "más bajo que los cientos de casos que se esperarían entre la población en general".
"Los estudios epidemiológicos situarían la incidencia de coágulos de sangre en alrededor de 1 de cada 1.000 personas. Es importante destacar que la incidencia de coágulos de sangre aumenta significativamente con la edad y puede llegar a 1 de cada 100 personas en los mayores de 80 años. Además, también hay varios otros factores de riesgo importantes que incluyen (pero no se limitan a) la obesidad, los períodos de inmovilidad, el sexo masculino, el tabaquismo y los antecedentes familiares ".
El Dr. Barker y el Dr. Raveendran dijeron que los datos públicos que habían visto sugerían que "el riesgo de coágulos sanguíneos asociados con AZD1222 parece ser más bajo que el nivel observado en la población general".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo la semana pasada que los lanzamientos de vacunas deberían continuar y dijo que no había motivo de alarma. Expertos de la OMS se reunirán el martes para revisar los datos, informó la BBC .
Los analistas dijeron que el incidente podría resultar perjudicial para la reputación de AstraZeneca, incluso si los temores de coágulos de sangre resultan infundados.
"Es probable que el precio de las acciones de AstraZeneca se mantenga bajo presión y, a menos que la empresa pueda controlar la situación rápidamente, es probable que el daño sea grande".
Claramente, este es otro golpe más para la credibilidad de la vacuna Oxford y, en última instancia, lo último que AstraZeneca y, lo que es más importante, las poblaciones de Europa, necesitan dado que todas las vacunas Oxford es, por mucho, la más fácil de transportar.
De igual manera, es importante recordar que AstraZeneca no obtiene ganancias de su vacuna COVID-19, por lo que su desempeño comercial subyacente no se verá afectado. Sin embargo, cualquier daño a su reputación podría resultar costoso.
Las acciones de la farmacéutica subieron un 2,5% el martes para cotizar a 71,49 libras esterlinas. AstraZeneca recibió la ayuda de una mejora de la calificación para comprar del banco de inversión Jefferies y una nota alcista publicada por Deutsche Bank. El banco de inversión califica las acciones como una compra y dijo que su precio objetivo para las acciones era de £ 100.
