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Cómo invertir en cada etapa de tu vida

Aunque todos tenemos distintas actitudes y necesidades frente al dinero y la inversión, hay etapas de la vida por las que casi todos los inversores pasamos y que requieren ciertos cambios en la forma de invertir.Hoy te cuento qué hacer en cada una de ellas.

Por Matías Daghero

Agente Asesor Global de Inversión, Presidente de @closingbelladv

 

Cuando empezás tu primer trabajo

La primera etapa es cuando empezás tu primer trabajo u obtenés tus primeros ingresos con un emprendimiento propio. En esta etapa es importante invertir en expandir tus capacidades y habilidades.  Además, suele ser una etapa en la que no tenés personas a cargo por lo que podés ahorrar y conformar tu fondo de emergencia con mayor rapidez.

 

Una vez que tenés tu fondo de emergencia de 3 o 6 meses tus gastos mensuales, tenés que empezar a armar tu cartera a largo plazo. Esta etapa representa una gran oportunidad para el inversor a largo plazo porque un pequeño aporte puede tener un impacto enorme.

 

Quizá no cuentes con un gran ingreso en esta etapa de la vida, pero tenés una gran ventaja que es el tiempo y eso juega muy a tu favor.
Dejame que te lo muestre con un ejemplo abajo:
 

 

 

Fuente: elaboración propia en base a datos del mercado

 

 

En la tabla de arriba te muestro cuánto tendrías a los 65 años invirtiendo sólo USD 1.000 en distintos momentos de la vida. Quien hubiera invertido USD 1.000 a los 25 años, a una tasa de 9% que es el promedio del mercado americano, multiplicaría por 31 veces ese capital, llegando a los 65 años con USD 31.409.

 

Quien hubiera esperado a los 35, multiplicaría por 13 veces ese capital inicial, nada despreciable pero mucho menor que en el caso anterior. Y quien recién hace el aporte a los 45 años, llegaría a tener sólo UJSD 2.367 a los 65 años.

 

La diferencia es enorme por el efecto del interés compuesto, y por eso es por lo que cualquier aporte hecho en esta etapa, por pequeño que sea, tiene un impacto gigante. A su vez, es una etapa en la que podés permitirte asumir mayores riesgos, dado que tenés tiempo para recuperarte y las responsabilidades familiares suelen ser menores, por lo que es un excelente momento de la vida para invertir en acciones. 

 

Cuando conseguís un ascenso o un aumento 

A medida que vayas creciendo en tus habilidades, podés ir consiguiendo mejoras en tus ingresos. Esa es una excelente noticia para tus finanzas personales siempre que logres no caer en la inflación del estilo de vida. ¿A qué nos referimos con inflación del estilo de vida?.

 

Bueno, que la gente suele incrementar su estilo de vida cada vez que recibe un aumento o ascenso y eso muchas veces hace que termines en una situación peor que antes. Si antes te ibas de vacaciones a Carlos Paz, hoy no bajás de Miami. Y eso hace que ese aumento que podrías haber aprovechar para incrementar tu porcentaje de ahorro e inversión incluso termine siendo contraproducente y te haga que tengas menos capacidad de ahorro que antes.

 

Por supuesto que está perfecto que te des un gusto, pero sin exagerar. Siempre que consigas una mejora en tus ingresos reales, debería ser una oportunidad para ahorrar e invertir un mayor porcentaje de tu ingreso.

 

Cuando te casás  

Está comprobado que la principal causa de divorcio son los desacuerdos con relación al dinero. Por eso es clave que te sientes a hablar con tu pareja de la situación financiera de cada uno y de cómo manejarán al dinero antes de dar el gran paso. 

 

Es que se trata de iniciar un proyecto de vida en común y eso implica que los ingresos y gastos serán en común, con lo cual deben redefinirse las prioridades y objetivos de ahorro. También deberían reevaluar la tolerancia al riesgo y conocimiento financiero de tu pareja. Si vos te movías como pez en el agua invirtiendo en acciones, pero tu pareja no sale del dólar y el plazo fijo, es momento de hacer un parate y armar un plan de acción con el que los dos se sientan cómodos de ahora en adelante. 

 

Cuando nace tu primer hijo  

Uno de los momentos más felices en la vida de una persona suele ser el nacimiento de un hijo. Pero esa etapa también tiene consideraciones financieras. Si bien a veces se dice que los hijos vienen con el pan bajo el brazo, vas a tener que revisar tu estilo de vida y porcentaje de ahorro, dado que surgirán nuevos gastos y también seguramente vas a querer ir pensando en su educación y qué dejarles a futuro.

 

Además, es aconsejable que incrementes tu fondo de emergencia, ya que tendrás personas que dependen de tu ingreso, por lo que debería ser mayor ese colchón para hacer frente a imprevistos.

 

Cuando todos tus hijos ya se fueron de casa   

En la etapa de crianza de los hijos suele pasar que disminuye la capacidad de ahorro. Por eso es tan importante aprovechar para armar tu cartera de inversión en esos años en los cuales ya estás trabajando, pero aún no tenés la responsabilidad de tus hijos. 

 

Cuando tus hijos se van de casa es otro momento en el cual deberías aprovechar para volver a intensificar el ritmo de ahorro e inversión ya que seguramente tendrás menores gastos.

 

Cuando llegás a los 55 años 

La gente suele hablar de retirarse a los 65 años. Hoy ya muchos están pensando en trabajar más de ese tiempo y es totalmente válido porque además de contribuir a tus ingresos te brinda un propósito en el día a día. 

 

De todas maneras, a los 55 años sería prudente reevaluar tu carrera profesional, para ver si hay ajustes que hacer al momento del retiro para estar más preparado, ya sea que planees seguir trabajando o no. 

 

También en esa etapa podrías considerar ir bajando el nivel de riesgo de tu cartera, para tenerla más preparada para tu retiro. A veces son momentos para bajar el porcentaje de acciones de tu cartera y aumentar los instrumentos de renta fija, siempre contando con la información y el asesoramiento necesarios. 

 

Cuando te retirás

Cuando llega el momento del retiro, van a cambiar tus ingresos y gastos de forma significativa. Quizás dejes de trabajar o por lo menos lo hagas en mucha menor medida. Por eso vas a tener que redefinir tu presupuesto y rebalancear tu cartera para que tenga un nivel menor de riesgo que te permita realizar retiros con la tranquilidad de que vas a tener suficiente capital para disfrutar de esos años dorados. 

 

Invertir es un proceso que dura toda la vida y lo más desafiante es mantener la disciplina de hacerlo en las distintas etapas de tu vida. Pero las recompensas son enormes para quienes puedan mantener una buena estrategia de inversión en las distintas estaciones de la vida.